lunes, 9 de enero de 2012

El PP aplica su propia doctrina del ‘shock’.


Diego Sanz Paratcha (Redacción)
Jueves 5 de enero de 2012.  Número 164  Número 165

Empecemos con algo de matemáticas: el Gobierno de Rajoy quiere cumplir el objetivo de que el déficit del Estado cierre 2012 con una cifra que represente el 4,4% del Producto Interior Bruto. Dado que el ajuste ya anunciado por el Gobierno es de aproximadamente 15.100 millones de euros, serían necesarios otros 21.000 millones para bajar el porcentaje desde el 8% actual hasta el compromiso acordado con la Unión Europea (UE).

Este sencillo ejercicio no lo quiso concretar el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, tras la petición de un periodista en la rueda de prensa del 30 de diciembre en la que el Ejecutivo entrante dejó de ser una máquina de inflar globos sonda. La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría sí comenzó su intervención afirmando que los ajustes son “el inicio del inicio”. La continuación está prevista para el 31 demarzo de 2012, día en que se presentarán los Presupuestos Generales del Estado (PGE), seis días después de la fecha barajada para las elecciones autonómicas andaluzas.

Los hipotéticos 36.000 millones superan los 20.000 millones de euros de variación del presupuesto entre 2010 y 2011, que en sus tres cuartas partes representó un recorte del gasto efectuado “para calmar a los mercados”. Así lo expresó la entonces ministra de Economía, Elena Salgado, en las primeras fases de la crisis europea de la deuda soberana. Pero, tal y como recordaba el diario El Mundo, cuatro años después del comienzo de la crisis la diferencia con respecto al interés pagado por los bonos alemanes –la temida prima de riesgo– es 25 veces mayor.

Otros factores pueden variar: el más importante, los intereses de la deuda pública, que fue el tercer apartado de gasto en los PGE de 2011, con 27.000 millones de euros. El resto depende de las políticas de gestión de la crisis. Así, el proceso de recapitalización de los bancos y cajas con dinero público se extenderá en los próximos meses. Según Cinco Días, el Gobierno negocia un préstamo europeo con el que adquirir el suelo invendible de las cajas de ahorros. Estos activos pasarían entonces a integrar los balances del conocido como “banco malo”, bajo supervisión estatal.

El nuevo Gobierno escenificó esta política como inevitable con su revelación sobre el déficit, en una muestra de las técnicas de persuasión definidas por la periodista Naomi Klein en su libro La doctrina del shock.
Soraya y Lisa

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